Escrito por: Nelly Guilarte Ugas
Para los que visiten este espacio voy a
dejar aquí colgado una copia de un
documento tomado del archivo del Libertador que considero necesario para el conocimiento de las cotidianidades
locales, estos parecieran de poca importancia;
pero testimonian el accionar social en los espacios territoriales concretos, el
documento referido, es una comunicación oficial fechada en San Mateo el 23 de
febrero de 1814, donde se informa sobre un
acto de violencia sacrílega cometido por un soldado de Boves en el pueblo de
Turmero.
Como andamos en eso de superar lo meramente anecdótico en la
presentación de los acontecimientos histórico, ademas consciente que todo hecho humano responde a un conjunto de entramados
y complejidades contextuales, se ha considerado pertinente presentar unos breves párrafos
relacionados a la realidad del Pueblo de Turmero y sus vecindades, en el marco
de la conflagración contra el imperio español.
En la primera década del siglo XIX Turmero era un pueblo de aproximadamente 8.000
mil pobladores, en su mayoría pardos y
con un 18% de indios tributarios una importante
población sometida a la esclavitud en
las haciendas-trapiches que la aristocracia
caraqueña descendientes de los
conquistadores había plantado en las
tierras usurpadas y despojada a los pobladores originarios; por otra parte las plantaciones de Tabaco y el
establecimiento de la factoría en este
pueblo permitió el establecimiento de autoridades coloniales de segundo orden que establecieron sus residencia
en estas tierras.
En los años sucesivos a 1810- 1811 los valles centrales de la
Provincia de Caracas se convirtieron en escenario de confrontación
armada; en 1812 los ejércitos de Monteverde y de Miranda integrados ambos por
gentes de todas las castas se enfrentaban día a día entre triunfos y
derrotas en localidades como Magdaleno, La Victoria, Maracay, Cagua
y Turmero.
Para 1813 la Guerra de independencia ha
tomado características muy particulares, los patriotas avanzan con beligerancia
desde occidente así lo evidencian los
triunfos militares en la Campaña Admirable; al mismo tiempo que esta adquiere mayor
complejidad con la incorporación de Boves a la cabeza de grandes contingentes de desposeídos y con las banderas de reparto
de tierras, libertad a los esclavos logrando incorporar amplios sectores de
estos como soldados de sus ejércitos, estrategia que le permite el avance
desde los llanos.
Iniciándose el
año de 1814 recrudecen las acciones armadas tanto de la insurgencia patriota
como las de la contrainsurgencia realistas, expresándose en las acciones de
guerra a muerte, las tropas de Boves
avanzan desde los llanos hacia el centro, concentrándose
fundamentalmente en los Valles de Aragua y del Tuy. El 10 de febrero llega al pueblo de
La Victoria José Félix Ribas al frente del batallón
de jóvenes seminaristas de Caracas, el propósito frenar el paso a
Caracas de los realistas, el 12 de Febrero de 1814 triunfan las fuerzas de José
Félix en la Batalla de la Victoria.
El 19
de febrero en Turmero, los patriotas logran repeler en una refriega
la legión realista estas hazaña contienen su
avanzada, pero la ofensiva de Boves continua. El 25 de febrero es
ocupado el pueblo de Cagua por los realistas y el 28 intentan tomar
la hacienda de Bolívar en San Mateo que funcionaba como cuartel general. El 13
de marzo Bolívar visita las poblaciones de Cagua y Turmero, los
patriotas ocupaban los pueblos de los Valles de Aragua entre ellos
Turmero, Cagua, San Mateo[1];
el 25 de marzo las tropas realistas intentan nuevamente tomar posesión del
cuartel de San Mateo y Ricaurte prende fuego a la casa para no
dejar que los realistas tomen posesión del arsenal militar que tenía los
patriotas.
Tal y como se
describe en el párrafo anterior, el primer trimestre del año de 1814 fue de
una intensa confrontación de las fuerzas
patriotas contra la avanzada de las
tropas de Boves y en este escenario se sucede lo descrito en el documento
que dejo para Uds. como acto de violencia sacrílega cometido en
Turmero por un soldado de Boves.
COMUNICACIÓN DEL GOBIERNO
DIRIGIDA AL ARZOBISPO NARCISO COLL Y PRAT, FECHADA EN SAN MATEO EL 23 DE
FEBRERO DE 1814, POR LA CUAL SE LE NOTIFICA UN ACTO DE VIOLENCIA SACRILEGA
COMETIDO POR UN SOLDADO DE BOVES*[2]
Ilmo. Señor Arzobispo.
Noticioso S.E. de que uno
de los facciosos del Caudillo Boves,
había ejecutado en la imagen de María Santísima, venerada con el título
del Carmen, una acción la más torpe, escandalosa y herética, pasé orden al Cura
interino y propietario del Pueblo de Turmero, donde aconteció, para que
informase sobre la realidad del caso, y aquél lo ha verificado en los términos
siguientes:
"A cada paso nos está
manifestando Dios nuestro Señor el justo castigo que tiene reservado para
aquellos que impíamente se atreven a ofender el decoro, el respeto y la
veneración que, por todos los títulos, se debe a la Reina de los Ángeles, Madre
de Dios, Señora nuestra. En una de las ocasiones que entraron a este Pueblo de
Turmero los partidarios de Boves, se cumplió a la letra el castigo más severo
de la Justicia divina. El delito fue execrable y yo al saberlo me llené de
espanto y terror ¿podrá darse otro atentado semejante que no infunda al
Cristiano las más lamentables lágrimas de dolor?
"El tres del corriente
febrero fue la tercera ocasión que entraron a este Pueblo los aliados de Boves
y para haber de conseguir sus empresas en el saqueo y en el robo, se entraron a
la casa del ciudadano Bernardino Ruy, y en presencia de su esposa la ciudadana
Sabina Hurtado, y otras ciudadanas, estando un tabernáculo en la sala principal
de la casa, en donde veneraban estas tristes ciudadanas con luces encendidas a las
sagradas imágenes de la Beatísima Trinidad y de Jesús Crucificado, y de María
Santísima con el glorioso título del Carmen se atrevió uno de los faccionarios
de Boves y lleno de iniquidad levantó la lanza que en hastada tenía en las
manos y en medio de un irreligioso razonamiento, la descargó sobre la imagen de
la Santísima Virgen, quedando con esta acción apagadas las velas y la sagrada
imagen arrojada del Tabernáculo al suelo. ¿Pero sería posible quedarse sin
castigo esta escandalosa e impía acción? ¿Dejaría Dios nuestro Señor sin
castigo el agravio que se había hecho a su Santísima Madre? No por cierto: Al
momento que salieron de la casa, se reunieron todos en la plaza de esta
parroquia, y al tiempo de decir ellos: ¡Viva Fernando VII! uno de la pandilla
disparó un trabuco que tenía en las manos, y sin saber cómo, derribó del
caballo al desgraciado soldado que se atrevió a cometer tan estupendo atentado;
no se pasaron cuatro o cinco minutos de la acción, a la muerte del partidario
de Boves.
"Esto es lo que puedo
y debo contestar a V. en virtud del oficio que acabo de recibir para el efecto,
según las declaraciones que he tomado, que no dejan la menor duda; lo que yo
certifico por mí mismo es que estando en mi casa oí el tiro; que inmediatamente
vinieron a pedirme el Santo Oleo; que salí y sin casi atinar con la forma de la
absolución, le absolví con aquellas palabras muy precisas, y le administré el
Santo Oleo bajo de una forma por no haber dado más lugar la muerte que aceleradamente
le sobrevino.
"Todo lo cual comunico
a V. para que lo eleve al conocimiento del ciudadano General en Jefe del
Ejército Libertador.
"Dios guarde a V.
muchos años. Turmero 23 de febrero de 1814. 4° y 2°. Sr. — Celestino Alemán.
Ciudadano Secretario del Despacho de Gracia y Justicia".
El venerable cura
propietario, se refiere en sustancia a lo mismo, pero de oídas. S. E., en vista
de todo, se ha servido ordenar se transmita a V.S. Illma., como lo ejecuto para
su publicación, con las prevenciones y demás que tenga por conveniente.
Dios guarde a V.S. Illma.
muchos años.
Cuartel General de San
Mateo, 23 de febrero de 1814. 4° y 2°.
RAFAEL D. MERIDA
* Del original. Archivo
Arquidiocesano, Caracas. La firma y rúbrica de Rafael Diego Mérida son
autógrafas. El resto del documento escrito de amanuense no identificado. Fue
facilitado a la Comisión Editora por el Director del Archivo, Fray Cesáreo de
Armellada.
[1] RATO CIARLO, José. Historia
Caraqueña del Periodismo Venezolano 1808-1830. Edit Arte Caracas 1967 p.
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